Y los escándalos de doña Lola Delgado se amontonan

Y los escándalos de doña Lola Delgado se amontonan
Y los escándalos de doña Lola Delgado se amontonan

No hay un solo día en el que la Fiscalía General de doña Lola (Villarejo dixit) no perpetre algo parecido a un escándalo. Dicen sus colegas que lo lleva en el ADN. Por corto y por derecho, esta señora Delgado y de Garzón no sería exportable en ningún país decente del mundo libre. Sus relaciones de antaño, las cintas grabadas, el desparpajo para vehicularse entre delincuentes de alto standing, su militancia política y, finalmente, la utilización de una institución clave como la Fiscalía General para ayudar a sus amigos (políticos y de los otros) y perjudicar a los enemigos hubieran hecho imposible su cooptación para el puesto en el que se sienta.

El caso del fiscal Stampa y el supuesto caso de Díaz Ayuso son sólo dos perlas que aleccionan acerca de la idoneidad de la señora de un juez expulsado de la carrera judicial por prevaricar, el peor delito que se le puede adjudicar a un profesional de la toga. Ahora dicen que se dedica a defender a grandes delincuentes internacionales. Sólo por lo aquí relatado, corto se quedó el manco, Delgado debería ser despedida ipso facto.

Lejos de eso, al fin y al cabo, fue nombrada por el autócrata para hacer lo que perpetra, se han inventado algún requiebro para que cuando suceda lo que tiene que suceder la señora Delgado pase a formar parte, saltándose los filtros, del Tribunal Supremo. Sánchez nombró a la señora de Garzón para lo que la nombró. Ya lo dijo en su día: ¿Quién nombra al fiscal general? Pues eso!

Lo peor de esta nueva casta de adoradores del poder y del dinero es que no guardan ni las formas. Delgado no es imparcial y se le nota. Delgado no es independiente y se le nota. Delgado no es deontológicamente apta y se le nota aún más. Debe llevar sus múltiples casos a Europa donde tardan años en tomar decisiones, pero al final sentencian acorde con un Estado de Derecho. Definitivamente, la señora Delgado no tiene un pase ni a derechas, ni al centro, ni a la izquierda. Comprendo la melancolía de los contribuyentes que tienen que rasgarse los bolsillos para que esta y otros sujetos vivan como dioses. A modo de conclusión: la señora Delgado, compañera de Garzón, tiene evidentes condiciones para ser fiscal general en el país de Nicolás Maduro, Raúl Castro ó Daniel Ortega, SÍ. De Kim Jong-un no me atrevería a asegurarlo. En la Europa democrática, decididamente, NO.

PD. La camada periodística amiga de la fiscal general tiene su aquel. Con las cosas que conocen de la señora y están silentes como percebes en invierno…¡Vaya profesionales independientes!

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